A Night in Paris de Betsoft

En la ciudad del amor, de la luz… en fin, ya sabes, hay un ladrón que quiere llevarse unas cuantas obras de arte. A Night in Paris es una tragaperras de 5x3 de baja volatilidad, un RTP del 96,92% y mucha diversión. Tiene tres funciones de bonus que se activan relativamente a menudo. Tiene además unos divertidos gráficos (en 3D, la marca de la casa Betsoft, claro) y buenos efectos de sonido. Evidentemente, funciona muy bien en dispositivos móviles, ya que esta compañía siempre se preocupa de estas cosas.

Símbolos especiales

Los símbolos en esta tragaperras son… bueno, bastante parisinos. El croissant es el símbolo de menor valor (pagando 50 veces la apuesta por 5 iguales) y el guardia de seguridad el de mayor, pagando hasta 500. Además, conseguir 5 símbolos del guardia de seguridad implica que ganaremos el bote.

Rondas de bonificación y giros gratis

Aunque parezca raro en un juego de Betsoft, A Night in Paris no tiene símbolo comodín. Pero, a falta de comodines, tenemos dos símbolos dispersos. El primero de ellos es la placa de policía. Conseguir 3 de ellos activa el modo de giros gratis. El segundo es el cuadro de… Napoleón, suponemos. Al conseguir 3, se activará la segunda función de bonus. El ladrón ha entrado en el museo, y tendremos que elegir una obra de arte, que nos mostrará un premio.

Además, una combinación de los símbolos Ladrón + Placa + Guardia de seguridad (o viceversa) nos dará un premio en efectivo instantáneo.

Es imposible aburrirse con una tragaperras de Betsoft. A Night in Paris tiene estupendos gráficos, está repleta de diversión y cuenta con muchas funciones. A continuación, te resumimos los puntos positivos y negativos que, a nuestro criterio, tiene esta tragaperras:

Betsoft nos ofrece de nuevo una obra de arte en forma de tragaperras. Es un juego lleno de humor y hecho para que nos divirtamos a tope. Quizá echamos en falta la presencia de los comodines, porque obtener 5 símbolos iguales puede ser bastante difícil. No obstante, creemos que vale mucho la pena pasar la noche en un museo parisino. Al menos, a través de una tragaperras, claro.