Llamamos volatilidad a la medida de riesgo de las máquinas tragaperras. Esto es lo que determina la frecuencia de premios que dicha tragamonedas reparte y la cantidad de los mismos.
Mucha gente cree que cuando se juega mucho a una tragamonedas y esta no da premio, es que se está ‘calentando’ y pronto dará un premio mayor. Sin embargo, esto no es cierto, y basar nuestra estrategia de juego en esta premisa es un error habitual. No existe un número exacto de jugadas para que una máquina tragaperras de un premio. Lo que sí es útil es analizar tanto el RTP como la volatilidad de las máquinas tragaperras a las que pensamos jugar.
El cálculo de la volatilidad se realiza de forma muy simple. Para ello, se tiene en cuenta la cuantía del mayor premio entregado con la cuantía del menor premio. El resultado será la volatilidad de dicha tragaperras. Por tanto, cuanto mayor sea el resultado, mayor será la volatilidad de la máquina.
Tipos de volatilidad
En las máquinas tragaperras encontramos tres tipos de volatilidad: baja, media y alta. Una máquina tragaperras solo puede tener uno de los tres tipos, lo que nos ayuda a identificar más fácilmente nuestras posibilidades de ganar.
● Volatilidad baja
Las tragaperras más atractivas para los jugadores son aquellas que tienen una baja volatilidad, porque estas suelen entregar más premios con más frecuencia. Esto también implica que los premios que entrega no son muy altos, por lo que son máquinas tragamonedas idóneas para jugadores que arriesgan poco.
● Volatilidad media
Estas máquinas tragamonedas se sitúan en el centro de la volatilidad, es decir, ni entregan muchos premios, ni entregan pocos. Por tanto, son tragamonedas que implican un mayor riesgo, pero que entregan mejores premios.
● Volatilidad alta
Las tragaperras con volatilidad alta son aquellas que reparten premios con muy poca frecuencia. Aunque no lo creamos, este dato también supone un cierto atractivo, y es que son las tragamonedas que entregan los premios más altos. Los jugadores más experimentados suelen optar por estas por la sencilla razón de que pueden conseguir las mayores ganancias.